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Para quienes estamos en el negocio de la carne, sabemos que suponer que su

producción es algo “simple”, dista mucho de la realidad. Y siendo francos,

la selección de la genética es sin dudas el primer paso para cualquier

programa exitoso de producción de carne.

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Ahora bien, en el punto de partida que es la genética, nace nuestro interés

en trabajar junto a Cabaña La Trinidad y Cabaña Wagyu Garzón, a fin de

mejorar y potenciar nuestros servicios, ofreciendo genética de embriones provenientes de rodeos Wagyu Full Blood (100% wagyu) registrados en la Sociedad Rural Argentina; y además, ofrecer juntos el know how sobre el

manejo y cría de la raza a todos aquellos que, o bien ya la están desarrollando,

o bien quieran incursionar en la cría y desarrollo del Wagyu, para así

lograr un programa de producción exitoso de dicha carne,

y/u otras carnes de calidad.

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¿Por qué apostar al Wagyu?

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La producción ganadera a nivel global, y en particular en la Argentina,

viene logrando altos parámetros de eficiencia productiva y un nivel

de calidad acorde a la exigencia de la demanda actual.

En este proceso de mejora continua, se han experimentado cambios

sustanciales en todos los planos. En particular, en los relacionados con la productividad y la reducción de costos: fertilidad, facilidad de parto,

eficiencia en la cría, recría y engorde. Sin embargo, hay una asignatura pendiente, relacionada con la demanda del consumidor más exigente.

Esto ha llevado a que, desde hace muchos años, los criadores de las

principales razas (Angus en particular) hayan puesto la mira en una

genética que permita un buen marmoleado (marbling), cuya relación

con la terneza, jugosidad y sabor ya no se discuten.

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Por eso se ha generado un fuerte interés por la raza Wagyu, que no sólo

tiene la característica (altamente heredable) del marbling, sino que además

cuenta con alto contenido de grasas insaturadas, y la proporción justa

entre Omega 3 y Omega 6. Cuestiones altamente

valoradas por los consumidores.

Entonces, saber que cuanto más confiable y precisa sea la información que

tenga el consumidor sobre la producción cárnica, más se valorará nuestro

trabajo como productores y de todos aquellos que formamos parte de la

cadena de valor. El simple hecho de conocer la procedencia de la carne,

expresa la confianza suficiente de que se está adquiriendo un producto

con una historia real, con una trazabilidad validada, una crianza sustentable, 

y con los cumplimientos de estándares de bienestar animal. Por ende,

creemos que la promoción de esta interacción es importante para que la experiencia de comer un bife sea un éxito gastronómico, y que todos

en la cadena trabajen con mayor integridad y objetivos claros

aportando confianza al consumidor.

Ahora bien, en lo que a nosotros respecta, sabemos que la raza Wagyu es valorada y evaluada por el marmoleo que la destaca. Y si bien conocemos del nivel de excelencia y compromiso que requiere llegar a producir un bife con un marmoleo definido dentro de los standares más altos de calidad, no hay que olvidar que el Wagyu es una raza cárnica que requiere los mismos criterios básicos de selección que el resto de las razas productoras de

carne: fertilidad, longevidad, adaptabilidad y eficiencia.

El éxito de un programa de producción de carne Wagyu está determinado

por la combinación las líneas genéticas, y por ello es que decidimos junto a Cabaña La Trinidad y Cabaña Wagyu Garzón, ofrecerles todo nuestro

expertise y la mejor genética de embriones provenientes

de rodeos Wagyu Full Blood.

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